Gamificación. Una reflexión.
Antes de comenzar este MOOC tenía algunos conocimientos básicos sobre la gamificación en el aula, ya que me he presentado a oposiciones de Secundaria este curso pasado. No obstante, como apenas dispuse de tiempo (apenas me preparé en cuatro-cinco meses), no pude adentrarme de lleno -como lo estoy haciendo ahora- en el interesantísimo mundo de la gamificación.
Dicho esto, no estaría de más reflejar aquí una exposición personal de lo que entiendo por gamificación. Teniendo en cuenta que, desde la más tierna infancia, el juego (game en inglés, de ahí su nombre) es una práctica espontánea y natural de la vida, resulta bastante acertado emplear el juego como herramienta pedagógica, de modo que favorezca el proceso de enseñanza-aprendizaje. Pero esta actividad exige una participación docente de forma consciente y con un alto grado de implicación por ambas partes (profesor-alumno) que permita alcanzar el máximo potencial educativo.
No olvidemos que el juego se erige en una útil herramienta para que el niño se exprese y conozca el mundo en el que se inserta, favoreciendo el proceso de socialización, además del desarrollo afectivo y cognitivo mientras disfruta y se autorrealiza.
Pero, ¿qué es la gamificación? Tras atender a las explicaciones del curso y consultar muchos de los blogs, portfolios y/o Diarios de Misión de mis compañeros del MOOC, he llegado a la conclusión de que se trata de una técnica de aprendizaje que busca mejores resultados en el alumnado implementando la mecánica de los juegos en el ámbito educativo. Esto es así en tanto en cuanto esta técnica propicia una mejor absorción de ciertos conocimientos o el desarrollo de alguna habilidad concreta, entre otras cosas. Su carácter lúdico coadyuva a generar una experiencia positiva en el usuario, que interioriza conocimientos sin apenas darse cuenta. Además, con dicha técnica se motiva a los alumnos, se les hace partícipes del aprendizaje y se incentiva el espíritu de superación en los mismos. En definitiva, parece que todo son ventajas cuando hablamos de la extrapolación de técnicas y dinámicas lúdicas. En este sentido, muestro aquí una infografía sobre los beneficios de la gamificación:
