Última tarea (Aprendizaje Cooperativo): Evaluación.
Apostamos por un cuaderno de clase en el que cada grupo pone su nombre, su lema o logo y los roles de los distintos integrantes del mismo. Luego encontramos los Objetivos, donde los estudiantes delimitan sus propósitos grupales, pero también de manera individual. Pretendemos que haya cohesión en los distintos grupos formados en el aula y que se impliquen con sus compañeros de equipo (compromiso). Es importante llevar al día el Diario de Trabajo, que no es otra cosa que una hoja de control que va a facilitar al profesor y a los alumnos evaluar el progreso experimentado (tanto de forma individual como a nivel grupal). Usaremos rúbricas para que ellos se autoevalúen.Dicho Diario permite al profesor calificar el trabajo del aula, premiando con caritas sonrientes o tristes (punto positivo o negativo, respectivamente) la labor de cada día. Esto motivará al grupo-clase, en tanto que saben que su trabajo será evaluado. Es una manera de controlar el trabajo de forma continua y que comprendan que no todo depende de un examen.Uno de los apartados que más me gusta es la reflexión final, puesto que implica una valoración global del trabajo realizado. Los alumnos comprenden cuáles son sus debilidades y fortalezas, de manera que pueden modificar su actitud para la siguiente unidad o proyecto en aras a mejorar.
A continuación (y a modo de ejemplo) se muestran sendas listas de control sobre la puesta en práctica de la técnica cooperativa "Folio giratorio", desde el punto de vista del docente y desde la visión del alumnado.